Ángela es socia con su madre de un kiosko dedicado a la venta de ropa de niñas y niños. Este kiosko originalmente era trabajado solo por su madre hace más de 15 años. Debido a la separación de Ángela y a enfermedades de la madre es que hace más de 3 años ella trabaja en el kiosko, en donde se dividen las ventas con la madre. Luego del estallido social sus ventas bajaron de manera importante ya que tuvieron que cerrar el local varias semanas debido a que estaban ubicadas en una zona de constantes manifestaciones. No tenían cómo comprar mercadería para empezar nuevamente con el local. Hoy gracias al apoyo de varios donantes pudimos entregarle lo necesario para empezar nuevamente. ¡Gracias a todos los que se comprometieron con esta causa!